Una competencia de habilidades brinda una oportunidad para que las personas o los equipos compitan entre sí para demostrar su talento en una habilidad vocacional particular, utilizando tareas derivadas de escenarios de la industria de la vida real. El trabajo de cada individuo es calificado por expertos según un criterio acordado, y los puntajes más altos pasan a la siguiente etapa de la competencia.
Se ha demostrado que participar en competiciones mejora el aprendizaje y el desarrollo de una persona. La actividad está vinculada a los estándares de aprendizaje y está diseñada para centrarse en el desarrollo de capacidades en habilidades y competencias básicas valoradas por los empleadores, incluido el trabajo en equipo, la resolución de problemas, la gestión del tiempo y el trabajo bajo presión.